Amigo; nunca pensé en escribirte, y la verdad creo que ni ahora sé mucho como expresar lo que siento por ti y al fin y al cabo da lo mismo, pues lo sabes y eso se nota.
Que rico contar siempre contigo y saber que te tengo, saber que te puedo contar las cosas más absurdas o las más locas y tú nunca te escandalizas ni me reprochas.
Si recordamos cómo nos conocimos, empezamos de atrás para adelante, como siempre ha sido mi vida. Y lo peor; siempre tengo algo que contarte!!
Pues bien a pesar de tu insistente interés en mi hemos aprendido juntos a llevarlo, tanto asi que ni tú te das cuenta.
Te quiero por estar siempre ahí, te quiero por escucharme y respetarme. Gracias por tus consejos siempre tan tranquilizadores y con tanta esperanza.
Cuántas veces la he perdido y sin embargo tú estas ahí como un angelito que siempre me cuida y a lo lejos me recuerda lo hermoso que es la vida, con tu nobleza y esa tranquilidad que mi juventud no me sabe entregar.
Te kero y no temo en decirlo, a mi modo, con mis caprichos, con mis niñerías, pero esa es la gracia de un amigo, aceptarte tal cual eres, esa es la gracia de ti amigo, ser: Mi Gran Amigo.
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